La realidad más actual nos ha hecho reflexionar sobre el aislamiento y la sociedad que nos rodea. ¿Aprendemos lenguas para comunicarnos? ¿Con quién? ¿Y cómo? El componente social de la comunicación es un punto clave en la reflexión que nos ha llevado a enseñar lenguas, y especialmente español. Al mismo tiempo, esto entronca con la visión emocional del aprendizaje y la huella que deja en la memoria y en el comportamiento sociocultural.

Nos interrogaremos, pues sobre factores sociales y emocionales que debemos tener en consideración a la hora de intentar conectar nuestra enseñanza con el aprendizaje significativo para que sea más efectiva y esté más adaptada a las necesidades del alumnado.

Por lo tanto, el objetivo de este curso será obtener herramientas que permitan manejar el aula actual y la del futuro incierto bajo el paraguas social y emocional. Comenzaremos por reflexiones sociolingüísticas para determinar los contenidos referidos al uso de la lengua, que se vincula con el aprendizaje cooperativo y colaborativo (pues aprendemos en sociedad, interactuando y colaborando), caminaremos después hacia la relación entre tecnologías de comunicación y lo emocional para, finalmente, reflexionar sobre la identidad lingüística y el papel que tiene en la motivación del alumnado.