La utilización de la literatura con un fin didáctico en la clase de lengua extranjera representa un asunto de máxima actualidad, acerca del cual, voces tan destacadas como la del lingüista Widdowson proponen una mayor consideración de la literatura como una fuente o recurso disponible para dicha enseñanza. Los textos literarios vuelven por tanto al mundo de las lenguas extranjeras y así lo señalan autores como Maley y Duff. Esta revalorización radica en la concepción de este tipo de textos como recurso para la enseñanza de segundas lenguas y, en ningún caso, como objeto de estudio literario.